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¿Necesitas traducir un vídeo y no sabes si optar por la subtitulación o por la traducción para doblaje? Es una decisión muy importante, sobre todo, si se trata de un vídeo publicitario para lanzar un producto, pues su éxito dependerá de la decisión que tomes. Para que no te equivoques, voy a explicarte los factores que debes tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión.
Factores que hay que tener en cuenta
A continuación, vamos a ver cuáles son los factores que condicionan la decisión de doblar o subtitular un vídeo.
- Factores técnicos: la inmediatez de la emisión del vídeo es uno de los condicionantes de que se opte por el doblaje o por la subtitulación. Si el vídeo tiene que emitirse inmediatamente, como puede ser una conexión en directo de un telediario o una entrevista, el doblaje resulta imposible, por lo que se recurre a la subtitulación o a la interpretación simultánea.
- Factores económicos: normalmente, solo se doblan aquellos productos para los que se prevé un público potencial garantizado y, por tanto, amplias ganancias, mientras que se opta por la subtitulación cuando el producto audiovisual está destinado a un público más reducido, como puede ser un cortometraje para un festival de cine.
- Género del producto: por lo general, los vídeos que tienen una finalidad informativa o didáctica tienden a ser subtitulados o doblados con voces superpuestas para dejar oír las intervenciones de los personajes y conseguir una mayor veracidad, como es el caso de los documentales, los realities o las entrevistas. Por otro lado, los vídeos publicitarios que tienen como objetivo lanzar un producto al mercado suelen doblarse, ya que está comprobado que los consumidores tienden a comprar más cuando la información que se les proporciona está en su idioma, ya que, de esta forma, se sienten más identificados con el producto. Finalmente, los vídeos de empresa que se emiten de forma interna como medio de formación para los trabajadores suelen subtitularse, ya que el público al que van dirigidos es reducido y resulta más económico.
- Destinatario: el tipo de espectador también condiciona la decisión de doblar o subtitular un producto. Es el caso de los defensores de la subtitulación, los países nórdicos, Portugal, Reino Unido, Rumanía o Ucrania, frente a los defensores del doblaje, como España, Francia, Alemania, Italia o Austria. Sin embargo, dentro de estas dos tendencias encontramos excepciones. En los países defensores de la subtitulación, vemos que los productos audiovisuales destinados a un público infantil y a un público de edad avanzada se doblan debido a que no son capaces de leer los subtítulos. Por otro lado, hay determinados sectores sociales en España y en otros países defensores del doblaje, normalmente personas con estudios avanzados, que disfrutan de las versiones originales, por lo que los cines tienden cada vez más a proyectar películas en versión original.
La subtitulación
Los subtítulos son una o dos líneas de texto situadas en la parte inferior de la pantalla. Su objetivo es recoger el mensaje original, con la dificultad de que es imposible leer a la misma velocidad que se escucha, por lo que resulta necesario adaptar el mensaje original, sacrificando, a veces, parte de la información. A continuación, vamos a ver cómo es el proceso de subtitulación de un vídeo.
El proceso de subtitulación
Dependiendo del material con el que contemos para hacer la subtitulación, el proceso constará de más o menos pasos. Vamos a verlo:
- Transcripción del vídeo: en ocasiones solo se cuenta con el vídeo, sin la lista de diálogos, por lo que resulta necesario realizar la transcripción del vídeo, es decir, convertir el archivo de vídeo a un archivo de texto. Si contamos con el vídeo y con la lista de diálogos, este paso no sería necesario y empezaríamos directamente por el siguiente.
- Spotting: se trata de la inserción de códigos de tiempo de entrada y salida para, posteriormente, insertar los subtítulos. Esta fase es de vital importancia, ya que de ella dependerá que la lectura de los subtítulos se haga con facilidad. A la hora de realizar esta labor, hay que tener en cuenta el número máximo de caracteres que un subtítulo debe contener para que resulte legible, lo que dependerá del tiempo que el subtítulo permanezca en pantalla.
- Traducción: en esta fase se le envía al traductor la plantilla de subtítulos para su traducción. Es una fase complicada, porque cada idioma tiene una longitud diferente. Por ejemplo, el inglés es un 20 % más corto que el español, por lo que si se traduce del inglés al español, será necesario sintetizar la información para que encaje en tiempos y sea legible. En algunas ocasiones resulta imposible y es necesario reajustar algunos tiempos. Por otra parte, el traductor tiene que enfrentarse a juegos de palabras, chistes y referencias culturales difíciles de explicar y de encajar en unos subtítulos. Una vez realizado todo este trabajo, el traductor comprueba que todos los subtítulos sean legibles y que no haya faltas de ortografía.
- Incrustación de subtítulos: finalmente, con la ayuda de programas especializados, se inserta el archivo de subtítulos en el vídeo.
El doblaje
El doblaje consiste en sustituir la pista de audio original por una pista de audio en otro idioma de manera que las locuciones de los actores de doblaje encajen con el movimiento de los labios de los actores originales. Al igual que el proceso de subtitulación, el proceso de doblaje cuenta con diferentes etapas. Vamos a verlas.
El proceso de doblaje
El proceso de doblaje es una larga cadena de eslabones de la que los traductores formamos parte. En este artículo, vamos a centrarnos en la fase de traducción.
Una vez que se decide si resulta rentable realizar el doblaje de un producto audiovisual y se adquieren los derechos de emisión (en el caso de productos de terceros), se envía el guion y el vídeo al traductor y comienza el proceso de traducción, que consta de las siguientes fases:
- Comprobación del material: el traductor comprueba que el guion y el vídeo se corresponden, que el vídeo y el guion están completos, que se escucha bien, etc.
- Visionado: el traductor visiona el vídeo con el guion para comprobar que todo lo que sale en la pantalla está escrito en el guion, hacer anotaciones, como voces en off, sacar ambientes (frases que se escuchan de fondo en algunas escenas), marcar las partes en las que aparecen letreros que haya que traducir, etc. En algunas ocasiones, es posible que falten intervenciones en el guion y que haya que transcribirlas, y en otras ocasiones, solo se envía el vídeo y resulta necesario hacer la transcripción completa. También cabe la posibilidad de que se envíe el guion sin vídeo, lo que hace prácticamente imposible la tarea de traducción, ya que la imagen es fundamental para comprender el guion en numerosas ocasiones.
- Traducción: en esta fase el traductor traduce el guion teniendo muy en cuenta la imagen y enfrentándose, al igual que en la subtitulación, a dificultades como juegos de palabras, referencias culturales difíciles de trasladar, etc.
- Adaptación: los traductores audiovisuales están capacitados para adaptar el guion para que el ajuste se realice sin problemas, pero es más usual que esto se haga en el propio estudio de doblaje. La adaptación consiste en insertar marcas que indican si la boca del personaje está en el plano o no, si se trata de una intervención irónica, es decir, anotaciones que ayudan en el proceso de doblaje.
Una vez que finaliza el proceso de traducción, se envía el guion traducido a un estudio de doblaje, que se encargará de ajustar el guion (retocar el texto traducido para adecuar los diálogos a los movimientos labiales de cada personaje), de grabar las diferentes intervenciones con actores de doblaje y de sincronizar esta nueva pista de audio con el vídeo.
Como ves, tanto la subtitulación como el doblaje conllevan procesos complicados que deben estar en manos de especialistas. Espero que este artículo te ayude a tomar la decisión que mejor te convenga, pero si tienes cualquier duda, puedes ponerte en contacto con Connecting Translations y te asesoraremos encantados. ¡Hasta pronto!